Los talleres literarios son espacios 2.0 por naturaleza. Están orientados al aprendizaje, la creación y el intercambio. Jamás son unidireccionales ni meramente expositivos. La gente va a un taller a compartir lo que escribe, a conocer a otra gente que escribe, a recibir comentarios y a ser capaz también de comentar con criterio. Un taller literario tiene que ayudar a cada participante a forjar una voz propia y a empoderarlo, a ser escritor o escritora desde su contexto cotidiano. ¿Cómo suceden todas estas cosas en un taller a distancia, a través de Internet? En este post hablamos desde nuestra experiencia a partir de los talleres online de poesía que estamos realizando, en los cuales se usaron varias herramientas 2.0 que nos ayudaron a lograr un interesante nivel de participación e interactividad.
La coordinación
La persona que coordina el taller tiene el rol de guiar, de proponer lecturas, consignas, ejercicios, juegos y todo tipo de dispositivos de aprendizaje y creación. Esto es así tanto en talleres presenciales como a distancia. En la modalidad a distancia, dado que el taller no se focaliza en un día y horario concretos, sino que está siempre abierto a la participación, quien coordina tiene que tener mucha flexibilidad y apertura, acompañando los distintos procesos individuales y cuidando a su vez la vida colectiva del taller. La coordinación del taller facilita y promueve la participación, ayuda a quienes se quedan rezagados y da estímulos a quienes tienen más inquietudes. Nunca es pasiva, sino proactiva y en algunas oportunidades promueve también la colaboración entre los participantes, quienes son los verdaderos protagonistas, a los cuales se les brinda soporte y estímulo constantes. En el caso de Ártica, tenemos la satisfacción de contar para esta tarea con Marina Yuszczuk, poeta, Licenciada en Letras y crítica de cine con una amplia experiencia en la actividad poética. Marina tuvo que adaptarse a todas estas herramientas y lo hizo con éxito, porque finalmente lo que nos importan no son las herramientas, sino los procesos.
Lecturas
Leer es parte fundamental de un taller literario. Desde la coordinación se comparten y recomiendan lecturas, algunas para ser analizadas, otras para profundizar y expandir el universo literario y la sensibilidad de los participantes. En esto tampoco se diferencia un taller online de uno presencial. Lo que varía es la forma de acceder a los textos (en este caso, en formato digital, ya sea en pdf o html) y también en la forma de encontrarlos y buscarlos. En la web existe gran cantidad de recursos literarios online. El coordinador tiene la tarea de ser un buen curador de contenidos, recomendar buenos sitios para encontrar material y proporcionar acceso a textos con todas sus referencias (autor, fecha, etc.), en buenas condiciones para su lectura tanto en pantalla como impresa.
Videos y audios
No es necesario limitarse al formato texto en un taller literario online. El uso de audio y video es muy recomendable y hay muchas posibilidades. Desde incluir videos y grabaciones de los autores que se están discutiendo, hasta producir material multimedia para el propio taller. Por ejemplo, el o la coordinador/a puede presentar temas por medio de videos grabándolos en su propia computadora o en línea (a través de YouTube, por ejemplo). Los participantes también pueden trabajar con sonidos, imágenes y voz, creando sus propias grabaciones, desde lecturas hasta collage multimedia.
Conversaciones en vivo
Aunque no sea posible compartir el espacio presencial, en un taller literario online la distancia no impide compartir el mismo tiempo y trabajar en simultáneo. Los programas de chat, mensajería instantánea, llamadas por VoIP y las salas de videoconferencia son algunas de las herramientas que se utilizan para trabajar sincronizados. Por ejemplo, para leer juntos, comentar la producción del taller y sobre todo, conocerse mejor, generar un clima de confianza y compañerismo. A veces, en particular en los países latinoamericanos, no todas las conexiones y los equipos informáticos son adecuados para un intercambio suficientemente fluido. De todas maneras, es altamente recomendable realizar encuentros en vivo, aunque sea esporádicos, porque realmente enriquecen el trabajo y generan un sentimiento grupal difícil de sustituir con otras herramientas.
Escritura y comentario
Por supuesto, para que un taller literario online funcione, necesitamos herramientas para escribir en línea e intercambiar comentarios. En aulas virtuales como Moodle se pueden usar foros en los que se postean mensajes en una suerte de tablón colectivo, en donde todos pueden publicar, leer y responder. Fuera del aula virtual se puede usar un grupo o lista de correo (grupos de Google, Facebook o un servidor de listas propio) para intercambios privados entre participantes. También es muy recomendable publicar la producción del taller en blogs, ya sea en un blog del taller o en el blog de cada participante. No hay nada más fácil que abrir un blog, que es además un medio de publicación distribuido, abierto a comentarios y que seguramente puede continuar con una vida propia, independiente del taller, una vez que este concluya. Tenemos así, al final del taller, no sólo un escritor o escritora escribiendo en su casa, sino también publicando.
Publicación
Y hablando de publicaciones, el taller puede aprovechar todas las posibilidades que hoy existen para la publicación independiente. Además de un blog, se puede crear una revista literaria digital, editar un e-book, y por qué no, una edición en papel (tanto tradicional como a demanda). Esto es interesante, porque es muy bueno que quien escribe conozca los procesos de publicación, que no se reducen a reunir unas cuantas hojas de papel cosidas o armar un pdf. Hay procesos de selección, de reflexión, de pensamiento. También hay aspectos como la corrección, la maquetación y el diseño. Estar al tanto de ellos y, por qué no, aprender cómo se hacen, nos da más herramientas de empoderamiento y de autogestión.
El taller «El poeta como artesano» terminará con una publicación doble, en papel y digital, gracias a que tenemos la suerte de contar con un participante editor, Darío Falconi, director de la editorial El Mensú. Les invitamos a conocer el blog de la editorial, que tiene realizado todo un interesante proyecto en su medio local y con proyección regional.
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