En los dos primeros días del curso han surgido interesantes discusiones, algunas preguntas que será bueno aclarar y una interesante muestra de artistas vinculados a la cultura digital. Vamos por partes.
Las discusiones:
– Sobre economía de la atención
Decíamos en el primer post que en la cultura digital «Nos encontramos con una multiplicación de contenidos difícil de digerir por un público con menos tiempo y una capacidad de atención limitada». Esto refiere a la idea de “economía de la atención” que en síntesis significa que la atención del público pasa a ser un bien escaso debido a que crece la cantidad de información (relevante e irrelevante) que se comparte en la red, pero el tiempo de las personas para procesarla es el mismo. Por lo tanto, la atención que le podemos dedicar a los contenidos es menor y se hace más importante saber distinguir qué es lo relevante.
La pregunta es entonces, ¿cómo construir sentido y profundizar en los contenidos culturales? Este nuevo consumidor de cultura más activo pero también más preso de la rapidez y la fugacidad ¿es también más superficial? O por el contrario, ¿la mayor cantidad de información nos enriquece y es lo que nos permite no sólo escuchar y atender, sino crear cosas nuevas?
En todo caso, los productores de información y cultura tienen que preocuparse de la relevancia y de la seducción, mientras que el público tiene la difícil tarea de priorizar con criterios propios y libres. ¿Cómo encarar estas tareas? Pon un lado sigue habiendo museos, curadores, críticos, historiadores y expertos que nos pueden seguir guiando, ofreciendo información relevante, pertinente y ordenada. Generando sentido y reflexividad. Por otra parte, armarse una red social relevante que «filtra» por nosotros es fundamental. Seguir buenos blogs culturales por RSS, Twitter o Facebook, ayuda mucho. Convertirnos también en críticos que siguen su propio camino y en buenos recomendadores sería el siguiente paso.
Creemos que estas herramientas ayudan a solucionar el problema presente en los mass media: la rapidez, el ruido, la fugacidad abrumadora de las noticias fragmentadas que al final generan indiferencia (literalmente no podemos diferenciar lo importante de lo superfluo en el collage mediático). Con las redes de información distribuida podemos volver a organizar este ruido a partir de intereses propios y retomar la pasión, la creatividad. Podemos conversar y hacer en torno a esos intereses. Retomamos la capacidad de crítica y de acción, al menos potencialmente.
– ¿Las nuevas lógicas responden solamente a lo digital?
Que las obras artísticas sean interactivas, manipulables, más accesibles está cambiando el panorama de la creatividad. ¿Pero estos cambios dependen solamente de lo digital? El arte conceptual, el happening, las intervenciones urbanas, etc., ya incorporan estos elementos. La diferencia es que en Internet, sobre todo enla Web2.0, aparecen posibilidades de profundizar todo tipo de prácticas colaborativas y lógicas DIY (“Hazlo tu mismo”).
– ¿El arte debe ser para todos?
Sobre democratización y acceso hablaremos en la segunda semana, pero estos temas ya empiezan a plantearse. ¿Esta explosión de contenidos culturales disponibles en la red está haciendo más accesible la cultura? ¿No depende esto también de acciones educativas, no meramente expositivas? Es fundamental que las instituciones culturales salgan tanto a las calles como a las redes y provoquen el encuentro con todo tipo de público, sobre todo con aquellos que no llegan por sí solos a los museos, galerías, conciertos y cines. También es importante que los objetos culturales incluyan acciones educativas que digitalmente también pueden enriquecerse. Un participante, Nicolás Cuello, comentaba: “justamente el arte, y los dispositivos digitales, permiten y facilitan eso. No solo el acceso, sino la proximidad, la multiplicación de recursos con los cuales acercarnos a las ideas”.
Las preguntas
– ¿Influencia es remix?
Esta pregunta no fue planteada específicamente pero sobrevuela los temas del curso. Basarse en, citar a, son actitudes que siempre estuvieron presentes en la cultura y las artes.
Es lo que hace por ejemplo Terry Gilliam:
Influido a su vez por Stan Vanderbeek (aportado por un participante, Daniel):
Ahora revalorizamos estas prácticas, porque con los medios digitales nos resulta más fácil entender que toda obra tiene un “código fuente” cultural que se reproduce en el tiempo y a través del espacio. Pero no necesariamente practicamos el remix cuando citamos o partimos de lo viejo para crear algo nuevo. En cambio, cuando tomamos obras y las rearmamos para hacer una nueva versión, estamos en la más pura tradición del remix, como hace por ejemplo, Jonathan Macintosh
– ¿Un collage es un mashup?
Bueno, aquí puede que las cosas no sean tan claras.
Si tomamos el concepto técnico de mashup como “aplicación web híbrida” podríamos considerar que los mashups no implican copiar, pegar o adaptar contenido «manualmente», sino que estas tareas las hace el software. Se copia y pega código que hace que un software muestre y/o mezcle contenido de distintos sitios. Un ejemplo simple sería tomar el código que proporciona Youtube para insertar un video o una lista de reproducción de videos, en un blog, por ejemplo. Una forma más compleja y bien interesante de hacer mashups es por ejemplo Yahoo Pipes.
Sin embargo, hay distintas conceptualizaciones de lo que son los mashups. Para Navas (un teórico del remix), un collage sería un mashup regresivo, en el sentido de que es estático y alegórico (dado que remite de alguna manera a las piezas originales) en contraposición con los mashups reflexivos, que son aquellos que dependen de una actualización constante de otras fuentes para generar un discurso. Por ejemplo: http://www.wefeelfine.org/
Sigamos trabajando!
En la conversación abierta en Google Moderador y en Twitter se han compartido muchos ejemplos de obras y artistas interesantes, en distintas disciplinas: cine, música, arte digital, videojuegos, etc. Además, agregamos nuevo material al curso y les proponemos un nuevo tema de discusión sobre el «Hágalo usted mismo» (DIY) en el arte.
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