Ayer lunes 17 de octubre concluyó el curso «Arte joven y cultura digital«, organizado por Ártica. Fueron, en opinión de los tutores (Mariana Fossatti y yo, Jorge Gemetto), tres semanas maravillosas, donde aprendimos y discutimos acerca de la relación entre arte, artistas y nuevos medios en la cultura digital.
Con motivo de la despedida, podríamos hacer un repaso de los recorridos del curso. Hablamos de una nueva forma de pensar los procesos creativos, hablamos de un nuevo ambiente social donde tiene lugar la cultura, hablamos del lugar de los artistas independientes en este contexto.
Más de 400 hilos de conversación se abrieron en los foros de Google Moderator. Se discutió, entre otras cosas, sobre la multiplicación de contenidos en Internet, sobre las características del collage, el remix y el mashup , sobre la interactividad y la manipulación de las obras, sobre las prácticas «do it yourself», sobre la gratuidad de la cultura, sobre modelos freemium en el arte, sobre estrategias de gestión en Internet para artistas independientes y sobre muchos otros temas.
Contamos con la participación generosa de los siguientes artistas:
Inne Martino y Fabricio Caiazza, de Compartiendo Capital
Germán Bernárdez, de Viejo Carromato
A modo de cierre, nos gustaría destacar una intervención de la participante Marcela Landazábal Mora, quien sintetizó en una reflexión lo que Mariana y yo creemos que es la esencia del curso. Marcela habla de una tarea importante de los artistas de hoy: «pensar para Internet», y se pregunta: «¿cómo funcionamos ahora, qué es lo que nos importa, qué es lo que nos corresponde?»
Hay dos puntos que se desprenden de esta pregunta y que a quienes coordinamos el curso «Arte joven» nos interesa dejar picando en el aire para todos.
Por un lado, los creadores jóvenes deberíamos pensar si los lenguajes artísticos que utilizamos se ven afectados por el cambio cultural que implica Internet. Quienes creemos que sí, deberíamos también, entonces, repensar las formas estéticas y los discursos sobre el arte que heredamos del siglo XX, cuestionarlos y reformularlos si es necesario.
Por otra parte, «pensar para Internet» implica un cambio en la forma en que los artistas se relacionan con otros: audiencias, colegas, instituciones públicas y privadas. «Pensar para Internet» es adquirir conciencia de que hoy contamos con una nueva estructura de comunicación. Ante este cambio, los creadores (y sobre todo los creadores independientes) tenemos una oportunidad para cuestionarnos nuestro lugar dentro de la economía de la cultura. Hoy hay más creadores que antes, y también hay más creadores que viven de su trabajo. Conocer cómo funcionan los canales de difusión cultural puede ser una tarea tediosa para un artista o creador interesado en dedicarse a su obra, pero también abre las puertas a poder seguir creando, y a poder hacerlo con (siempre relativa, claro, nunca total, pero cada vez mayor) independencia.
Los tutores de este curso quisiéramos agradecer a Daniel Espíndola, co-coordinador de Sinergianet, y a Ernesto Rodríguez, coordinador del Portal de Juventud de la Unesco para América Latina y el Caribe, por el apoyo brindado para realizar este curso. Queremos enviar también un saludo y un abrazo enormes a todos los participantes que, de forma más activa o más silenciosa, han hecho de «Arte joven y cultura digital» una verdadera experiencia de aprendizaje.
Aunque por supuesto, esto no termina aquí. En el correr de los próximos meses será editado el e-book «Arte joven y cultura digital», un libro gratuito y con licencia libre.
Además, el éxito de la convocatoria nos da la pauta de que hay un gran interés en la comunidad de creadores iberoamericanos por los temas que toca el curso. En el año 2012 realizaremos un nuevo curso abierto, con una temática relacionada. Eso sí, ¡esta vez esperamos superar los 1000 participantes!
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