Como en todos los demás campos de la sociedad, la perspectiva feminista hace visible y cuestiona la desigualdad en la producción, circulación y acceso a la cultura. En el campo de la producción cultural las mujeres son excluidas a través de reglas de pertenencia, prácticas editoriales, operaciones de la crítica y muchos otros mecanismos. Las mujeres, en tanto autoras, tienden a ser relegadas a ciertos temas y géneros, limitando su campo de acción y reforzando estereotipos. Pero, sobre todo, son arrojadas al rol de consumidoras culturales.
Esta desigualdad, que tiene una larga historia, se reformula con Internet, no exactamente en los mismos términos, pero sí con idénticos fines. Por eso son tan interesantes las nuevas estrategias del feminismo en relación con la cultura y las tecnologías. El objetivo de ir hacia una cultura digital feminista, y, más aún, hacia una Internet feminista, es lo que hoy en día reúne muchísimas iniciativas, de las que en este post vamos a mencionar solo un puñado.
El 7 de diciembre un conjunto de organizaciones, en el marco de los 16 días de activismo contra la violencia de género, realizaron un tweet chat sobre conocimiento abierto y memoria feminista. Lo interesante fue que la convocatoria se hizo de manera conjunta entre la iniciativa feminista DominemoslasTIC y organizaciones como Derechos Digitales, Fundación Karisma y Código Sur, que realizan activismo por los derechos digitales y la cultura libre en América Latina.
Ese mismo día se lanzó en Uruguay la biblioteca digital del Encuentro de Feministas Diversas (EFD). Esta biblioteca busca poner al alcance de las activistas del colectivo un conjunto heterogéneo de materiales de formación: libros, artículos y contenidos audiovisuales útiles para la lucha feminista. Y lo hace de manera abierta, para que también las personas ajenas al colectivo puedan acceder, porque lo importante para cualquier lucha social es que el conocimiento sea democrático y accesible.
Estos son tan solo dos ejemplos de articulación entre el movimiento feminista y el de la cultura libre, cuyos puntos de contacto más destacados son el interés por el acceso abierto al conocimiento liberador, el cuestionamiento al sistema autoral patriarcal y la necesidad de promover las tecnologías y formatos libres para combatir el control y la vigilancia.
Otro ejemplo reciente en Uruguay de esta articulación es la digitalización y liberación en Internet de las primeras revistas, de la década de 1980, del colectivo Cotidiano Mujer, que son documentos esenciales para mantener viva la memoria feminista de Uruguay.
Por otra parte, el movimiento Wikimedia ha estado muy activo en los últimos años realizando editatonas de Wikipedia. Las editatonas buscan aumentar la cantidad de editoras mujeres y completar los huecos que hay en la enciclopedia libre sobre biografías, organizaciones y publicaciones de mujeres, así como revertir los sesgos de género en otros tipos de artículos. Es bien conocida la brecha de género que existe en Wikipedia, que refleja el perfil mayoritario de quienes la editan (hombres, blancos, jóvenes, de países del norte), y que, en los últimos años, gracias al activismo conjunto de la comunidad de wikipedistas y de organizaciones feministas, se reconoció como un problema que es necesario resolver.
Para la reflexión en torno a cultura, tecnología y feminismo, la columna de nuestra amiga Scann en GenderIT es un aporte fundamental a este tema. Aportes como los de Scann sirven para poner sobre la mesa nuevos temas y para profundizar la crítica del feminismo al sistema cultural actual. No se trata tan solo de que haya más mujeres en cultura, en ciencia y en tecnología, sino de que se incorporen como iguales, que dentro de los movimientos sociales accedan a los mismos lugares de poder que los hombres, que en el sistema del trabajo cultural y tecnológico no ingresen de manera subordinada y precaria, que disfruten de autonomía y no sufran opresión.
Para terminar esta pequeña y arbitraria recopilación de confluencias entre el feminismo y la cultura libre, les recomendamos prestar atención al próximo número de Pillku, la revista latinoamericana de cultura libre, que estará dedicado a los cuerpos, identidades y géneros en la Red.
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