Como ya hemos visto en posts anteriores, pensar la cultura desde lo político implica ir mucho más allá de cuáles son los meros contenidos culturales que se promueven. Lo político en cultura tiene mucho menos que ver con que el Estado arme una agenda de contenidos «progresistas», y mucho más con transformar los aspectos materiales de la cultura. En este campo es donde se juegan, de hecho, los mayores conflictos y donde es necesario poner las mayores energías: ¿cómo se cambia la tremenda desigualdad en el acceso a los recursos y al financiamiento?, ¿qué modelos se promueven para satisfacer las necesidades culturales de la población?, ¿cómo se reparten los beneficios de la cultura?, ¿cómo se usa Internet para promover el acceso y el intercambio cultural?, ¿qué posición se adopta frente a la propiedad intelectual?, ¿cómo se combate la concentración de los mercados culturales?, ¿cómo se controla a las entidades de gestión de derechos de autor que funcionan como organizaciones cuasi-mafiosas?, ¿cómo se responde a la ideología de la empresarialización de la cultura?, ¿cómo se articula lo público con la autogestión de las comunidades?
Muchas de estas preguntas se van a abordar en la Diplomatura en Promoción y Gestión de los Derechos Culturales que organizarán de manera conjunta el Observatorio de Políticas Culturales del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini (CCC) y la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (FSOC-UBA). (más…)