En estos días está terminando nuestro curso online sobre venta de arte por Internet. En este curso participaron más de 15 artistas y profesionales de la cultura. Durante varias semanas aprendimos a presentar la obra en la web, a utilizar las herramientas de pago y a aprovechar las redes sociales como forma de promoción, entre otras cosas. Pero además, y fundamentalmente, conversamos sobre las habilidades y tareas a desarrollar para vender arte en Internet. De esas valiosas conversaciones extraemos aquí algunas claves para vender obra por Internet.
– Dedicación y paciencia. Es posible que tardemos semanas o incluso meses en vender nuestra primera obra luego de haber comenzado a trabajar sistemáticamente en ello. Mientras uno todavía no ha vendido, no hay que desanimarse y hay que mantener un ritmo de trabajo. Es fundamental asignarse tiempos para las distintas tareas: la creación propiamente dicha, la publicación periódica de las obras en Internet, la promoción, el contacto con los interesados, etc.
– Diseñar un buen portfolio web con imágenes de calidad. Un diseño atractivo ayuda a construir una buena identidad online. Pero lo más importante es que las obras se destaquen. Las fotografías de la obra que publiquemos tienen que estar bien iluminadas, con un fondo adecuado y con buena definición. También podemos publicar detalles de las obras, y, si son obras en 3 dimensiones, varias fotos desde distintas ubicaciones. Lo fundamental: el público tiene que ver bien la obra. En un post anterior publicamos un tutorial sobre cómo sacar buenas fotos de obras de arte.
– Atender el local. Hay que ser un comerciante en el buen sentido. Es decir, preocuparse por promocionar la obra y por atender a los clientes. Y por supuesto eso no implica, si uno es artista, dejar de crear el tipo de obras en las que uno cree. Por el contrario, implica encontrar un público para lo que uno hace, cuidar la imagen que se proyecta y estar presente. Para encontrar un público, es importante brindar información relevante sobre lo que estamos ofreciendo en Internet. En cuanto a la presencia, estar activo es importante no sólo para que la gente vea que se está activo, sino directamente para que nos vean. Es muy fácil pasar inadvertido en la red, perderse entre el flujo constante de información. Por eso hay que prestar una dedicación diaria, aunque sea un poquito, y todo en su justa medida, sin convertirse en spam ni generar «ruido», sino compartiendo lo que uno hace, aportando, mostrando la riqueza del propio trabajo artístico.
– El contacto con la gente de cualquier lugar del mundo. Es importante que podamos comunicarnos (aunque sea mínimamente) en inglés. Esto es así porque, nos guste o no, la mayoría de los compradores de arte se manejan en ese idioma. No hace falta hablar perfectamente el idioma. Basta con poder utilizar el idioma de manera básica cuando sea necesario. Podemos usar a modo de apoyo traductores online como Google Translator para traducir textos breves.
– Dedicarle un tiempo a Internet y otro a la producción. Como contrapeso a la “atención del local”, hay que saber «escaparle» a Internet una vez que terminamos de hacer las tareas de gestión que nos propusimos. La gestión y organización del tiempo es algo muy importante y también difícil, sobre todo en lo que refiere a manejar los tiempos de Internet. Por eso es importante enfocarse y no «perderse» navegando por ahí, con la consabida sensación de horas desaprovechadas y poco trabajo realizado. (Aunque a veces ese “perderse” también traiga aprendizajes y descubrimientos). Hay que aprender a compaginar las dos cosas: el trabajo artístico y el trabajo de promoción y venta online. Que una cosa retroalimente sanamente a la otra y que todo se haga con gusto y con seriedad, para tener al final el mejor resultado.
– Armarse un recorrido. Ir ocupando los espacios virtuales que mejor funcionan, sin dejar de investigar lugares y plataformas nuevas, y monitoreando siempre que lo que hacemos está dando resultados. ¿Por dónde empezar cada día? Lo bueno que tienen las herramientas y plataformas de red social (como blogs, Flickr, Facebook, Twitter, etc.) es que permiten hacer más con menos si se sabe aprovechar algunas cosas, como la publicación «cruzada» (actualizar un estado de Facebook que al mismo tiempo va a Twitter, o subir una foto a Flickr y enseguida enviarla al blog sin necesidad de tener que subirla dos veces). A su vez, si uno es usuario de una red de venta online, como Etsy, es sencillo compartir los ítems vendidos en las redes sociales. Por lo tanto, siempre hay que aprovechar esta suerte de «interoperabilidad» que permiten a veces (no siempre) las redes. Algo que no siempre es muy bueno para la privacidad de las comunicaciones personales, pero sí que lo es cuando el propósito es vender.
– Mucha comunicación. Hay que estar dispuestos a conversar con la gente, hablar con el público, charlar con otros artistas. Aquí realmente cuenta mucho la verdadera disposición a dialogar con otros, la capacidad de interesarse por el trabajo de los colegas, y por supuesto el carisma y la capacidad de generar cercanía y cariño.
– Actitud ética. La independencia que buscamos en Internet en parte tiene que ver con esto, con tratar de trabajar desde un lugar más ético. Ojo, Internet está llena de cosas no muy éticas, porque en definitiva refleja todo lo que hay en la sociedad. Pero justamente por eso, tenemos que aprovechar Internet para presentar nuestros proyectos enmarcados en una ética. Diferenciarnos del ruido, del spam, de la publicidad falsa, con propuestas de calidad y buenos fundamentos. Este medio es ideal para mostrar la filosofía atrás de nuestro proyecto, destacar si tenemos un perfil que le interesa a la gente con la que compartimos una ideología. Así que no lo duden: ser muy claros con respecto a las bases éticas de nuestro proyecto es una gran herramienta.
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